lunes, 14 de diciembre de 2009

ASESINADO ACTIVISTA LGTB EN HONDURAS


“Asesinaron a Walter Trochez, activista de derechos humanos, especialmente de la comunidad LGTTTBI.

En el centro de Tegucigalpa, desde un carro en movimiento le dispararon. Fue llevado al hospital Escuela donde murió”.
No es la primera vez que agredían a Walter. El viernes 4 de diciembre, había sido atacado de manera salvaje. En esa ocasión logró escapar. En cuanto pudo, hizo la denuncia. Lo habían amenazado con matarlo, y tirarlo en La Montañita, un lugar que en la década de los 80 había sido utilizado como cementerio clandestino.
En esa oportunidad, Walter había ido a la calle Real a repartir condones a las transexuales. Cuenta que cuando llegó al parque La Libertad, sintió que lo seguían. (Así son las cosas, Walter, en tu Honduras… Te persiguen por la Libertad, te persiguen desde la calle Real).
Cuatro hombres encapuchados, manejando un coche, lo secuestraron, lo golpearon, lo amenazaron, le pidieron información sobre la Resistencia. (Información que no diste, Walter, porque no te iban a doblar con golpes. Ni con la muerte).
En una declaración realizada por Walter un mes atrás alertaba: “Por su parte la Asociación LGTTB Arcoiris y el Colectivo TTT de la Ciudad de San Pedro Sula, activistas y defensores de derechos humanos, denuncian que desde el pasado 29 de junio del año en curso, horas anteriores que se había generado el Golpe de Estado, se incrementaron los crímenes de odio y homofobia promovidos por la Cúpula Religiosa Hondureña, en complicidad con los Grupos Opresores como son la Fuerzas Armadas, la Secretaría Nacional de Seguridad, la Empresa Privada, los Grupos Provida, el Opus Dei. Estos delitos ponen una vez más en evidencia los altos niveles de odio, estigma y discriminación contra personas de la diversidad sexual, lo que llamamos, homofobia, lesbofobia, bifobia, y sobre todo transfobia, de los que somos objetos las personas que tenemos una orientación sexual o identidad de género diferente a la del patrón de la norma heterosexual. En la ocasión de la pérdida de dos amigas más esta última semana, reiteramos que NO es ACEPTABLE que en estos últimos 4 meses, durante un tan corto período, hayan muerto de forma violenta cruel e inhumana 9 compañeras trans y compañeros gay, 6 de ellas/os en el sector de San Pedro Sula y 3 en la ciudad de Tegucigalpa”.
(Estando todavía en poder de tus captores, le quitaste la capucha a uno de ellos. Eso no te lo perdonaron, Walter. Ellos no pueden andar sin capucha. Le tienen miedo al pueblo. Le tienen miedo a los rostros descubiertos de la Resistencia).
En esa oportunidad Walter escapó. Declaró entonces: “Pensé que me iban a bajar las defensas puesto que soy portador de VIH. Me fui a un solar baldío cerca del Parque La Concordia, que estaba oscuro. Sólo escuché el ruido de la camioneta y yo estaba boca arriba”. (Creíste que te desangrabas en La Concordia, Walter, pero resististe, un poco más).
Tanta resistencia no se perdona. Ahorita, las bestias lo mataron. Lo mataron por ser parte de su pueblo, de sus luchas. Lo mataron por defender sus derechos. Lo mataron por ser joven. Por ser duro en la pelea. Por ser tierno con los compañeros y compañeras. Por ser valiente.
…Estoy lejos de Honduras, y estoy increíblemente cerca. Como para sentir la bala. Como para sentir el cuerpo que se rompe. Como para sentir tu grito Walter… ¡Me dieron esta vez las bestias!!
Estoy cerca como para sentir el dolor callado de muchos y muchas que te conocieron, y que ahora temen el ruido tan cercano de las balas. Como para sentir también muy cerca los gritos de quienes dicen “nos tienen miedo porque no tenemos miedo”.
Aunque claro, el miedo, ese viejo compañero, lo vamos ajustando al cuerpo todos los días.
Estoy cerca como para sentir la indignación de las compañeras, de los compañeros… la rabia… el compromiso… y la indiferencia de los que miran para otro lado, por otro miedo, más estúpido y más brutal… el miedo al qué dirán… Me duele Walter tu muerte joven, tu cuerpo sin capucha atravesado por la bala.
Pienso que un día tu nombre pintará las paredes de la calle Real, de la plaza Libertad, de la Concordia. Pienso que muchos hombres corajudos de la resistencia, saldrán a la calle diciendo: hoy todos somos gays. Pienso que muchas mujeres que recibieron condones para cuidar sus vidas, cuidarán de tu memoria. Pienso que muchas y muchos que no te conocimos, en distintos rincones del mundo, ahora estaremos aprendiendo a escribir tu nombre, tu historia, tu ejemplo… Y escribiéndolo te viviremos muchas veces. Seremos Walter, acusaremos al poder desde tu cuerpo. Y andaremos repartiendo condones, aprendiendo a vivir con SIDA, desenmascarando a las bestias, denunciando a los señores de la muerte. Viviendo Walter con vos, las vidas que nos queden.
Lunes 14 de diciembre, 2009

¡¡CON LA RESISTENCIA HONDUREÑA!!

Hasta que caiga la dictadura...

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