lunes, 10 de enero de 2011

VLADIMIR LENIN:GUIA ANTICAPITALISTA


¿Por qué Lenin es todavía relevante?

La mayoría de historiadores nos explican que Lenin y el leninismo fueron cosas negativas. De Lenin, se dice que gobernó de manera dictatorial su propio partido y, después, el Estado creado por la Revolución Rusa. Él fue responsable, nos explican, de la muerte de miles de personas y de la creación de una sociedad totalitaria. Stalin sencillamente siguió sus pasos.

Está allá arriba, en un pedestal con Hitler y Saddam Hussein, como uno de los grandes tiranos de la historia moderna. En un libro recientemente editado y ampliamente publicitado, Martin Amis hizo un descanso de su habitual escritura de novelas sentimentales cargadas de sexo y violencia para desplegar sus vastos conocimientos sobre historia rusa, llegando a la conclusión de que Lenin y Trotsky “no sólo precedieron a Stalin. Crearon un estado policial funcionando perfectamente que después él utilizó.”1

La gente de izquierdas critica también a Lenin por reprimir la revuelta de los trabajadores de Kronstadt, por oponerse al movimiento anarquista independiente Ucraniano y destruir los comités de fábrica que surgieron tras la revolución.

El Lenin real era bastante más complejo. Evidentemente, cometió errores. Podía ser implacable —a favor de una causa, no por llenarse los bolsillos— y luchó incansablemente por todo aquello en que creía. Por encima de todo, jugó un papel clave para hacer posible la Revolución Rusa de octubre de 1917. La Revolución abría paso a la posibilidad —rápidamente ahogada por Stalin— de un mundo en el cual la producción se dirigiera a las necesidades humanas y no a la obtención de beneficios, un mundo en el cual aquellos que trabajan, no los que poseen, tomaran las decisiones; los seres humanos de todas las etnias y naciones cooperarían en vez de luchar, y a los niños se les enseñaría sobre la guerra y la pobreza en las clases de historia, dejándolos perplejos al pensar que tales atrocidades pasaron realmente.

El mundo actual es muy diferente del que Lenin conoció. Los primeros folletos de Lenin fueron escritos a mano; hoy, las ideas circulan por el planeta con la rapidez del clic de una tecla. Sin embargo, si volviera a la vida, Lenin reconocería enseguida algunas cosas: las guerras inacabables, las diferencias entre ricos y pobres que no paran de crecer, la represión estatal despiadada, el pillaje de las grandes corporaciones en los países pobres, la corrupción o la impotencia de los políticos que siguen la tendencia oficial.

Otro mundo es posible, y además necesario, si la humanidad quiere sobrevivir. Para conseguir el cambio necesitamos organización. Nuestros enemigos son poderosos, por lo que también debemos serlo nosotros.

El tema central de la vida de Lenin fue la necesidad de la organización. La manera de concebir esta organización varió mucho de una época a otra: no planteó nada semejante al mítico “partido leninista”. La obra de Lenin no es una compilación de libros de recetas, y el mejor leninista no es el que cita a Lenin con más frecuencia. Un análisis de la experiencia y de los triunfos de Lenin nos puede ayudar a entender sus métodos, y de esta manera facilitarnos el desarrollo de las formas de organización que necesitamos hoy en nuestras propias luchas

Ian Birchall es militante del Socialist Workers Party —y de sus antecesores— desde hace medio siglo. Es autor de numerosos libros y artículos, especialmente sobre la izquierda francesa. Era profesor de francés en la Universidad de Middlesex. Es miembro de la junta editorial de Revolutionary History, una revista que recupera la historia de la izquierda revolucionaria internacional.

El folleto está publicado por EN LUCHA. Primera edición en castellano: enero de 2010. Título original: A rebel’s guide to Lenin. Bookmarks, Londres, 2006

http://www.enlucha.org/site/


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