¡Todos a respaldar a los trabajadores públicos y sus sindicatos en Wisconsin!
Este es el clamor de números crecientes de sindicalistas y trabajadores a través de Estados Unidos. Las uniones están enviando delegaciones para unirse a los militantes sindicales en el capitolio estatal en Madison. Están llegando también grupos de estudiantes. La protesta que tuvo lugar allí el 26 de febrero fue la más grande hasta ahora —unas 100 mil personas. Y habrá más movilizaciones —en ciudades grandes y pueblos pequeños— en Wisconsin, Indiana, Ohio y otros estados.
Wisconsin es la primera confrontación de envergadura entre el movimiento sindical y el capital desde que los patrones aceleraron su ataque contra los derechos obreros y las condiciones de trabajo desde que se profundizó la crisis capitalista a finales de 2007. Los patrones con el apoyo de su gobierno y sus dos partidos políticos están acelerando la velocidad de la línea de producción, haciendo recortes que comprometen la seguridad, recortando salarios, socavando el seguro médico y las pensiones y haciendo añicos de las reglas de trabajo.
Ahora el gobernador Scott Walker de Wisconsin está tratando de negarle a los empleados públicos el derecho a negociar colectivamente los beneficios, las pensiones y condiciones de trabajo. Walker, un republicano, está promoviendo la mentira de que la llamada crisis presupuestaria de las ciudades y los estados es culpa de los trabajadores públicos que a través de los años han ganado mejores salarios, atención médica y pensiones.
Walker está haciendo un llamado a los trabajadores de la industria privada, especialmente a los que han perdido sus trabajos o sufrido recortes de salario y beneficios, esperando fomentar un resentimiento contra los trabajadores empleados por el estado. Los que vayamos a Wisconsin podemos ayudar a convencer a nuestros compañeros trabajadores que han aceptado estos argumentos falsos o que no están seguros.
Demócratas, desde Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York a Edmund Brown gobernador de California, hacen eco de estos argumentos para racionalizar las medidas antiobreras en esos estados. Y el presidente Barack Obama, quien dice ser pro-unión, dócilmente pide que los empleados públicos no sean “denigrados” a la vez que insiste que el “concepto de sacrificio compartido debe de prevalecer” —las palabras clave de los capitalistas para recortar salarios y beneficios.
Los trabajadores en Wisconsin, y cada vez más personas de otros estados que están observando la batalla, se han levantado y dicho “¡No!” Se están dando las movilizaciones sindicales más grandes en años en solidaridad con los trabajadores públicos en Wisconsin. No solamente empleados públicos están participando en estas acciones, sino que cada vez más y más trabajadores de la manufactura en la industria privada que ven lo que viene. Saben que si este proyecto de ley se aprueba, les tocará a ellos después.
En la última semana de febrero hubo manifestaciones en decenas de ciudades y pueblos, con la participación de decenas de miles de personas. Tuvieron lugar en ciudades grandes como Chicago así como en pueblos pequeños como Hudson, Wisconsin, población de 12 mil personas, donde cientos de personas protestaron. Sindicatos envueltos en sus propias luchas enviaron delegaciones a Madison; por ejemplo el Local 7-669 del sindicato de trabajadores del acero en Metropolis, Illinois, que combaten un cierre patronal de la compañía Honeywell. Un grupo de 161 sindicalistas de Los Angeles viajaron en avión a Madison. Miembros del Local 48G de la unión de panaderos, despedidos por Roquette America en Keokuk, Iowa, manejaron en carro a Des Moines, Iowa, para participar en un mitin de solidaridad.
El pueblo trabajador está un poco más fuerte por la unidad y solidaridad que estamos demostrando en Wisconsin. Como dijo Drake Custer, un trabajador despedido de Keokuk, marchando en solidaridad con los trabajadores de Wisconsin el 26 de febrero en Des Moines, Iowa, “El orgullo no viene de ser perseguido. El orgullo viene de pelear y participar con personas como estas”.
El orgullo también viene de ver a los trabajadores de Egipto, Túnez, y otros países de Africa del Norte y el Medio Oriente comenzar a ganar el derecho de organizarse y participar en la política. No es una sorpresa que “pelear como un egipcio” fue una pancarta popular en la protesta “Nosotros somos Wisconsin” en Los Angeles.
eA medida que han aumentado los ataques contra los trabajadores y los sindicatos, la cúpula sindical se ha mantenido en retirada. Siguen atando el futuro del pueblo trabajador al sistema capitalista y los partidos políticos de los patrones, los demócratas y los republicanos. Pero esto solo ha envalentonado a los patrones y su gobierno para demandar más a nivel local, estatal y federal.
articulo publicado en THE MILITANT/EL MILITANTE SWP( USA)
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