“Conexión Lorena”, de Dominique Manotti (ed. Alba Oscura, 2009), es un thriller social que ha sido premiado en Francia como la mejor novela negra en 2008 y ha sido traducido a varios idiomas.
En la región francesa de Lorena, la fabrica de Daewoo es la única salida de empleo para los habitantes de la zona. La novela comienza con la terrible descripción de las condiciones de trabajo de las empleadas de una cadena de montaje en la frábica. El trato inhumano que reciben es indignante y en pocas páginas podemos palpar el sentimiento de humillación y rabia que sienten las trabajadoras.
El accidente de Emilienne, un empleada que está embarazada, y la reacción del capataz, despidiendo a Rolande, una de las empleadas más queridas y respetas de la empresa, provacan una serie de incidentes que culminan en una revuelta de los obreros. Después de varios años de aguantar humillaciones y un trato degradante, de sufrir un aumento de accidentes y unos sueldos miserables, la situación estalla y los obreros toman la empresa.
Los obreros participantes en la revueltan se debaten entre llevar la violencia al extremo o calmar los ánimos e intentar una solución dialogada. El conflicto pone en peligro los planes de la empresa, que tiene un proyecto para absorber a Thomson, empresa que va a ser privatizada por el gobierno francés. La aparición del cadáver de uno de los empleados terminará por complicarlo todo y pondrá en peligro a los que han participado en la huelga.
Un acontecimiento en apariencia intranscendete, será el punto de partida de una intriga en la que asistimos a una lucha entre empresas en la que se mezcla corrupción política, tráfico de armas y de drogas, asesinatos, tráfico de influencias y espionaje industrial. La corrupción salpicará a las más altas esferas de la sociedad francesa y puede hacer saltar en pedazos la República.
La novela se desarrolla en Francia pero creo que, tristemente, a todos nos suena lo que en ella se relata…
En la región francesa de Lorena, la fabrica de Daewoo es la única salida de empleo para los habitantes de la zona. La novela comienza con la terrible descripción de las condiciones de trabajo de las empleadas de una cadena de montaje en la frábica. El trato inhumano que reciben es indignante y en pocas páginas podemos palpar el sentimiento de humillación y rabia que sienten las trabajadoras.
El accidente de Emilienne, un empleada que está embarazada, y la reacción del capataz, despidiendo a Rolande, una de las empleadas más queridas y respetas de la empresa, provacan una serie de incidentes que culminan en una revuelta de los obreros. Después de varios años de aguantar humillaciones y un trato degradante, de sufrir un aumento de accidentes y unos sueldos miserables, la situación estalla y los obreros toman la empresa.
Los obreros participantes en la revueltan se debaten entre llevar la violencia al extremo o calmar los ánimos e intentar una solución dialogada. El conflicto pone en peligro los planes de la empresa, que tiene un proyecto para absorber a Thomson, empresa que va a ser privatizada por el gobierno francés. La aparición del cadáver de uno de los empleados terminará por complicarlo todo y pondrá en peligro a los que han participado en la huelga.
Un acontecimiento en apariencia intranscendete, será el punto de partida de una intriga en la que asistimos a una lucha entre empresas en la que se mezcla corrupción política, tráfico de armas y de drogas, asesinatos, tráfico de influencias y espionaje industrial. La corrupción salpicará a las más altas esferas de la sociedad francesa y puede hacer saltar en pedazos la República.
La novela se desarrolla en Francia pero creo que, tristemente, a todos nos suena lo que en ella se relata…
Miguel Angel Gómez Juarez
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