Sindicatos de Grecia "muestran músculo" con una huelga general contra el plan antosocial del gobierno y la UE
Dos grandes manifestaciones llenaron hoy el centro de Atenas, con lemas como "No seremos nosotros quienes paguemos por la crisis de los ricos".
Unos 150 radicales encapuchados rompieron los cristales de algunas tiendas al paso de una de las manifestaciones y los antidisturbios lanzaron gases lacrimógenos para dispersarlos en el centro de Atenas.
Todas las oficinas públicas, hospitales, universidades y gran parte del transporte público urbano no funcionaron hoy en Grecia, mientras que todos los servicios de trenes y aviones fueron suspendidos hasta las 06.00 hora local (04.00 GMT) de mañana.
En los hospitales públicos, los médicos sólo atendieron los casos de máxima urgencia, mientras que las cadenas de televisión y las radios no emitieron informativos.
Eso sí, en el sector turístico no hubo huelga, al tiempo que algunos supermercados y otras tiendas abrieron hoy sus puertas.
Los sindicatos se mostraron satisfechos ante la "muy alta participación" en la huelga, aseguraron a Efe fuentes sindicales.
Los representantes sindicales anunciaron más protestas contra las medidas del Gobierno para las próximas semanas. El objetivo es que el Ejecutivo "comprenda que no puede suprimir los derechos laborales", dijo a Efe Stathis Anestis, portavoz del sindicato GSEE, que aglutina a los trabajadores del sector privado.
Dos grandes manifestaciones llenaron hoy el centro de Atenas, con especial fuerza de los trabajadores comunistas, que no dan tregua al Gobierno del primer ministro griego, Giorgios Papandreu.
Una pancarta de la Unión de Empleados Civiles (ADEDY) rezaba "Decimos NO a la austeridad y al desempleo", que roza el 10 por ciento y puede subir al 20 por ciento, según reconoce el propio Ejecutivo socialista.
En otras se pudieron leer lemas como "No seremos nosotros quienes paguemos por la crisis de los ricos" o "El pueblo y sus necesidades son más importantes que los mercados".
Giorgos Peros, portavoz del sindicato comunista PAME, afirmó que "el pueblo tiene ganas de seguir luchando por sus derechos y no habrá cohesión con el gobierno sobre las políticas antipopulares".
La policía griega calcula que la participación en las manifestaciones de Atenas rondó las 20.000 personas, aunque los sindicatos elevaron la asistencia al menos hasta el doble.
La huelga -convocada por GSEE y ADEDY- se dirige contra las estrictas medidas de austeridad impuestas a Grecia por la Unión Europea (UE) por su desbordante endeudamiento.
Papandreu, elegido en octubre pasado, quiere recortar los sueldos de los funcionarios públicos, rebajar el gasto social en un 10 por ciento y aumentar algunos impuestos para reducir el déficit público en 4 puntos porcentuales este año.
Ante la huelga de hoy, el primer ministro había expresado su comprensión por el malestar popular, aunque insistió en que el Estado griego simplemente "no tiene más dinero".
La deuda pública griega supera el 110 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y Atenas debe refinanciar este año unos 53.000 millones de euros de su débito.
Los sindicatos aseguran que el Gobierno ahorra en los ámbitos equivocados. Exigen que el ahorro se reparta de forma más justa para que empleados y jubilados no sean lo que paguen por los efectos de la crisis, la más severa en décadas.
Una multitudinaria huelga en Grecia interrumpe el transporte
Reuters
Una huelga general interrumpió el miércoles el funcionamiento de las conexiones aéreas, terrestres y marítimas en Grecia, mientras miles de personas se congregaron en Atenas para protestar contra los planes de austeridad que pretenden sacar a Grecia de una crisis que ha sacudido la eurozona.
Llevando pancartas con la consigna "los mercados deben pagar por la crisis", los manifestantes se reunieron antes de una marcha hacia el Parlamento para protestar contra la congelación de los salarios, la subida de impuestos y el aumento de la edad mínima para jubilarse.
La participación en la huelga de 24 horas será un barómetro sobre el apoyo de los ciudadanos al esfuerzo del Gobierno para apuntalar las debilitadas finanzas públicas, que han conmocionado a los mercados y preocupado a sus socios de la Unión Europea.
"Hoy los ojos de Europa están vueltos hacia nosotros, hoy nos estamos manifestando por la esperanza y el futuro (...) para cancelar las medidas", dijo a la multitud Yannis Panagopoulos, dirigente del sindicato del sector privado GSEE.
Esta es la primera huelga conjunta convocada por sindicatos del sector público y privado, que representan a la mitad de la población en activo de Grecia, compuesta por cinco millones de personas, desde que el Gobierno socialista ganó las elecciones en octubre.
La mayoría de las tiendas estaban abiertas, aunque algunos bancos cerraron sus puertas y el caótico tráfico de la capital estaba más tranquilo de lo normal. La Bolsa de Atenas estaba operando normalmente.
Las personas que esperaba en las paradas de autobuses del centro de la capital se quejaban por la interrupción del transporte público y sólo los vuelos de emergencia desde y hacia Grecia estaban funcionando. Los ferris estaban paralizados y monumentos como la Acrópolis de Atenas también estaban cerrados.
"Estoy manifestándome en contra de la congelación de salarios (...) porque otros robaron el dinero y nosotros somos los que vamos a pagar", dijo Michalis Koroleos, un funcionario de 36 años. "Están reduciendo mis ingresos y yo tengo dos hijos que criar".
La policía griega lanzó gases lacrimógenos a un grupo de jóvenes manifestantes.
"Un grupo de 50 jóvenes intentó atacar el edificio de la universidad y la policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos para detenerlos", dijo un oficial de policía.
"PRESION DE LA UE"
La huelga coincide con la visita de funcionarios de la UE que están evaluando si Grecia va camino a reducir su déficit de dos dígitos.
Las frecuentes manifestaciones callejeras en Grecia suelen acabar en violencia, pero la reacción a las medidas de austeridad hasta el momento ha sido en buena parte pacífica. Según los sondeos, la mayoría de los griegos quieren dar tiempo al Gobierno.
"No quiero participar en la huelga", dijo Dimitris Makrivellios, propietario de una gasolinera, de 62 años. "¿La gente no es responsable también por esta situación? Nuestros problemas económicos nos conciernen a todos. ¿Por qué deberíamos hacer huelga?".
El paro coincide con la visita de responsables comunitarios que van a estudiar si Grecia está en camino para recortar su déficit, que ya está en dos dígitos.
"El equipo de inspectores que viene de la Comisión, el Banco Central Europeo y el FMI (...) tendrán una muestra de la reacción dinámica de los trabajadores griegos a las enormes presiones de Bruselas", escribió en un editorial el diario de centroizquierda Elefterotypia.
Sometido al escrutinio de los diseñadores de políticas de la UE y de los mercados, el Gobierno hasta el momento se ha negado a ceder a las demandas de los manifestantes.
El ministro de Finanzas, George Papaconstantinou, dijo el martes que el Gobierno podría decidir más medidas para recortar el déficit tras reunirse con los inspectores de la UE. Los sindicatos argumentan que sus planes solo afectarán a los más desfavorecidos y han amenazado con convocar más huelgas en marzo.
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