La gran cantidad de fotografías y videos que documentan las últimos acontecimientos en el mundo árabe muestran la incursión de mujeres de este sector formando parte de estas revueltas. Al menos en los conflictos de Túnez y Egipto, las mujeres han contribuido a romper con ciertos imaginarios construidos sobre la fémina musulmana, al tiempo que deja al descubierto un nuevo saber acerca de cómo el rol de las mujeres en los países islámicos ha cambiado de forma abismal.
Mujeres con sus “sefsari”, “hiyab”, “niqab” y hasta sin estos tradicionales velos, han tomado las calles de Egipto y Túnez, y se les ha visto combatientes en primera fila dando cara de forma desafiante a la oficialidad.
Esta participación, no como un ente aparte, sino como compañeras de lucha de los hombres. Aunque las imágenes parecen inauditas para muchos, la incursión de las mujeres en la política en Túnez y en Egipto comenzó hace mucho tiempo. Si bien es cierto que dentro de la religión musulmana se promueven actos como la lapidación, la mutilación genital y la poligamia, existen innumerables movimientos a favor de los derechos humanos y de la mujer que han dado la lucha a favor de la abolición de estos actos y el avance de la mujer en la sociedad islámica. Sin embargo, estos avances en gran medida han quedado invisibles en ciertas coberturas de algunos medios de comunicación.
En efecto, la doctora Laura Navarro, profesora de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Valencia -y quien ha estudiado el imaginario de la mujer musulmana en los medios y en el mundo occidental-- atribuye esta invisibilidad al desinterés de los medios por aquellos temas que no son “rentables”
“Yo realicé una investigación en discurso televisivo y siempre que se habla de esta región del mundo es para informar sobre ataques terroristas, lapidaciones, conflictos bélicos; en general sobre textos negativos. Según los empresarios de la comunicación, esas noticias dramáticas venden más y vende menos hablar sobre los derechos humanos o los movimientos a favor de la mujer”, explicó Navarro en entrevista radial para la emisora en Internet “Dos Luces”.
Asimismo, esta invisibilidad ha contribuido a ocultar el que precisamente en Túnez y Egipto las leyes son menos restrictivas en cuanto a la mujer, estas ocupan puestos políticos de importancia y la lucha de grupos feministas islamistas ha logrado la abolición de las lapidaciones, la obtención de derechos y mejores oportunidades de trabajo para las mujeres.
Presisamente, antes de que comenzara la revuelta fue un grupo de mujeres quienes comenzaron a protestar en contra del régimen de Ben Alí. Los frentes fueron muchos, no solamente fueron tomadas las calles, sino que la literatura e Internet fue un vehículo para esbozar el descontento que tenían contra el derrocado líder.
Para estas mujeres, entre las cuales se puede mencionar a Radhia Nasrauoi (presidenta de la Asociación Tunecina de Lucha contra la Tortura) el precio a pagar por su osadía fue caro. Y es que, Nasraoui fue amenazada de muerte, perseguida por la Policía Secreta e incluso se le acusó de practicar la sodomía, pues se hicieron fotomontajes de su rostro a una actriz pornográfica en fotos y videos comprometedoras.
Cabe destacar, que luego de que Ben Alí, huyera del país, una centena de mujeres convocadas por la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas se concentraron en la avenida Habib Burgiba para reclamar mejores derechos y la equidad entre hombre y mujer. Poco después de que comenzara la manifestación un grupo de jóvenes que se manifestaba en contra del antiguo régimen provocaron la disolución de la convocatoria de las mujeres.
De igual manera, en Egipto las mujeres desempeñaron un papel importante en la revolución para derrocar al presidente de esa republica Hobsni Mubarak. Estas participaron activamente en la convocatoria de la protesta el pasado 25 de enero de 2011, donde portando pancartas y megáfonos marcharon en contra del régimen; y ni siquiera la violencia desatada en las calles les disuadió de formar parte activa en este histórico momento.
Amel Said, una ciudadana egipcia explicó al periódico La Vanguardia de Barcelona España, que su familia, (incluyendo a su marido) le instó a participar. Según Said su participación se centra en la esperanza de que “ahora las mujeres tendrán voz en los asuntos de Egipto”.
Por su parte, Nehad Abul Komsan, directora del Centro Egipcio para los Derechos de la mujer, la participación de las mujeres se debe en gran parte al acceso que tienen hoy día a la educación. En efecto, el porcentaje de mujeres alfabetizadas en Egipto (un 59 por ciento) es mayor al de otros países árabes como Yemen donde solo un 30 por ciento de las mujeres están alfabetizadas.
Con estas cifras concuerda Marie Laure Rodríguez, presidenta de la Unión de Mujeres Musulmanas en España, argumentando que un mayor acercamiento a la educación a las mujeres en esta zona las ha hecho más conscientes de sus derechos.
"Cada vez son más las mujeres que acceden a la educación y son más conscientes de sus derechos como musulmana y no lo que algunas costumbres fundamentalistas imponen", recalcó.
Publicado en DIALOGO DIGITAL ( Puerto Rico)
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